Cuando salio por esa puerta
llevaba solo una maleta,
yo jamas me imagine que
había empacado mi felicidad dentro de ella.
Al pasar de los días yo la buscaba y obvio
que no la encontraría,
se me borro la sonrisa,
ella se llevo mi felicidad en su maleta escondida.
Recuerdo que fueron noches tristes y frías,
durante el día el sol para mi no salia
y me ponía a pensar lo triste que la pasaría
por el resto de mi vida.
No recuerdo cuantas veces en silencio la llame,
perdí la cuenta de las veces que le necesite
pero en la realidad jamas la busque.
Así seguía yo con mi vida,
estaba ya acostumbrado a esas noches vacías
pero una vez al mirarme en una fotografía
me di cuenta que ya tenia otra vez mi sonrisa,
al otro día el sol me alumbraba
y me di cuenta que ya no la necesitaba,
mi felicidad estaba de regreso conmigo
y hablando con ella en un sueño me platico
como fue que regreso.
Lo que me platico me lo ilustro con imágenes
en un sueño, yo atento como un niño
miraba los dibujitos y estaba sorprendido,
al despertar me sentí un ser renovado
porque ahora la felicidad había regresado
y poquito a poquito hizo la tristeza a un lado.
La tristeza y la felicidad caminan conmigo
a donde quiera que voy,
la felicidad va de mi lado derecho
y al paso conmigo,
la tristeza no nos puede seguir de cercas,
ella es mas lenta, el que me alcance no me interesa,
la felicidad y yo vamos siempre unos pasos adelante
y siguiendo así, sera imposible que la tristeza nos alcance.
Estoy muy bien, soy feliz, me demostré a mi mismo
una vez mas que no hay quien me detenga
y aunque aveces las personas me roben la felicidad,
ella a mi siempre regresa,
no le gusta ser prisionera,
ella adora ser mi compañera.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada
(
Atom
)
No hay comentarios. :
Publicar un comentario